Si estás buscando conseguir un vientre plano y fuerte, navasana es tu postura. Practicando este asana conseguirás fortalecer y tonificar los músculos abdominales, así como ejercitar los flexores de la columna y la cadera.
Pasos:
Empieza sentado con las rodillas dobladas, los pies apoyados y las piernas juntas. Coloca las manos sobre el suelo (o esterilla) por detrás de los glúteos y deslízate ligeramente hacia detrás.
Levanta ligeramente las piernas al mismo tiempo que coges aire, de forma que los dedos del pie queden apuntando al techo y la tibia y peroné queden paralelas al suelo. Es importante que te asegures de que la espalda está erguida y las manos no tocan el suelo.
Cuando estés en equilibrio, levanta los brazos para que formen una línea con la tibia y el peroné y aguanta en esa posición unos 20 segundos.