El saludo al sol clásico es una secuencia dinámica de 12 posturas, realizadas como un solo ejercicio continuo en las que se sincroniza el movimiento con la respiración. Se suelen practicar varias vueltas o repeticiones al inicio de una clase de yoga.
Exhala y, con la espalda bien recta y el peso del cuerpo bien repartido sobre las dos plantas de los pies, une las palmas de las manos frente al pecho. Conecta con la respiración.
Inspirando, estira los brazos arriba y hacia atrás.
Exhalando, lleva las manos en el suelo junto a los pies.
Inspirando, lleva la pierna derecha hacia atrás, la rodilla al suelo y la mirada hacia arriba.
Como resultado de la anterior postura, tienes ambas manos apoyadas en tu WideMat. Utiliza ese apoyo para desplazar la pierna izquierda hacia atrás. Levanta la cadera todo lo posible, mientras te apoyas en las manos y los pies.
Exhalando, flexiona las piernas hasta tocar el suelo con las rodillas, el pecho y la frente.
Inspirando, apoya las caderas y las piernas mientras haces fuerza con los brazos para abrir el pecho. Inclínate atrás y lleva la mirada arriba.
Exhalando, lleva las caderas arriba y la mirada hacia el abdomen.
Inspirando, lleva el pie derecho entre las manos, mientras bajas la otra rodilla hacia el suelo.
Exhalando, lleva la otra pierna adelante, pon los pies juntos y acerca la cabeza hacia las piernas.
Inspirando, levanta los brazos arriba y hacia atrás.
Finalmente, exhalando, junta las palmas de las manos frente al pecho.
Vuelve a la posición original mientras expulsas el aire para acabar este ciclo del Saludo al Sol.
Luego se pueden realizar más, y lo mejor es que esta vez la pierna que da el paso atrás en el punto 4 (Ashwa Sanchalanasana) sea el izquierdo, para equilibrar. De ahí que sea bueno hacer los ciclos del Saludo al Sol a pares.